Mi Padre, cuando ansío desde lo más profundo de mis entrañas hables conmigo... Háblame en el silencio, en el silencio háblame Padre!! Quiero escucharte tí como la amada desea escuchar a su amado en su regreso del día. Con ternura, amor y esperanza; pero más a tí que iluminas mi vida, que me has rescatado, que velas por mi futuro. Háblame Padre!, con la magestad y el esplendor de tu gloria a través de un río, un ocaso o las olas del mar. Háblame Padre! en la arena del mar, en los pájaros que diseñan el cielo o con el verdor de tus arboles. Háblame Padre en la soledad de mi alcoba o a través de una canción...pero háblame Padre! . Me deleito en saber ¿qué piensas?, te agrada lo que hago?, quiero saber si mis acciones te son agradables? Háblame Padre! en el silencio del silencio y permíteme contemplarte escuchándote ahí ...donde es perfecta tu voz. En el silencio que trae tu paz... Yaveh, eres Santo, perfecto, eterno, eres....... eres todo y todo lo abarcas! Háblame Padre, háblame mi Dios!