Pero me ¿de qué me admiro?
Me admiro al tomar una tasa de chocolate caliente frente a mi ventana y desde mi 4to piso contemplar la grandeza del firmamento y que la suave brisa acaricie mi rostro como si fuera el mismo espíritu santo que me acompañase.
Me cambia el rostro al salir al balcón y ver el verdor de los árboles.
Me encanta ver el colorido de las hojas en el campo en primavera.
Vivo arrancar aguacates de la mata, en la casa de mi papi querido en mi pueblo.
Admiro el saber de cómo tenemos un Dios tan bueno que nos regala el aire, el sol, la frescura que toca tu piel. La contemplación de un cielo naranja al ocultarse el sol en un atardecer o de un azul tan hermoso que solo puede ser el cielo.
Me admiro que nos regale todo esto y que muchas veces no nos detenemos a observar….. a contemplar esta hermosa creación.
Que desde la más pequeñita hormiga, hasta el más grande animal esta hecho con sus propias manos y que la puso al servicio de nosotros para que fuéramos administradores.
Que tenemos un hermoso mar que se une al cielo y que aunque nuestra vista logre alcanzar un “infinito” no se compara con lo infinito de tu amor.
Me admiro de tu hermosísima sonrisa. Eres un hijo amadísimo de Dios.
Me admiro del abrazo de mis sobrinas de 6 y 8 años cuando visito mi pueblo en el Cibao.
Me admiro de la sonrisa de mi ahijado de 9 meses, donde siento una inocencia inimaginable.
Te invito que te detentas un momento a contemplar.
Hay tanta que gente que busca a Dios en los grandes milagros, sin valorar que lo puede encontrarlo mirando a su alrededor.
Te invito a que, al igual que yo, sientas la admiración en que la arena toque tus pies descalzos y veas que cada granito de ella es perfecta.
Te invito a que observes la más hermosa y amada creación de Dios colocándote frente al espejo.
Finalmente y lo más importante, te invito que contemples al cordero de Dios que se nos regala en el santísimo sacramente eucarístico y visítalo.. Te aseguro que no saldrás igual.
Dios te bendiga!
Eres parte de la perfecta creación. Cuídala!
Dios es Bueno!!!
Ha pasado el tiempo. Y ahora es que más me maravillo!
Me cambia el rostro al salir al balcón y ver el verdor de los árboles.
Me encanta ver el colorido de las hojas en el campo en primavera.
Vivo arrancar aguacates de la mata, en la casa de mi papi querido en mi pueblo.
Admiro el saber de cómo tenemos un Dios tan bueno que nos regala el aire, el sol, la frescura que toca tu piel. La contemplación de un cielo naranja al ocultarse el sol en un atardecer o de un azul tan hermoso que solo puede ser el cielo.
Me admiro que nos regale todo esto y que muchas veces no nos detenemos a observar….. a contemplar esta hermosa creación.
Que desde la más pequeñita hormiga, hasta el más grande animal esta hecho con sus propias manos y que la puso al servicio de nosotros para que fuéramos administradores.
Que tenemos un hermoso mar que se une al cielo y que aunque nuestra vista logre alcanzar un “infinito” no se compara con lo infinito de tu amor.
Me admiro de tu hermosísima sonrisa. Eres un hijo amadísimo de Dios.
Me admiro del abrazo de mis sobrinas de 6 y 8 años cuando visito mi pueblo en el Cibao.
Me admiro de la sonrisa de mi ahijado de 9 meses, donde siento una inocencia inimaginable.
Te invito que te detentas un momento a contemplar.
Hay tanta que gente que busca a Dios en los grandes milagros, sin valorar que lo puede encontrarlo mirando a su alrededor.
Te invito a que, al igual que yo, sientas la admiración en que la arena toque tus pies descalzos y veas que cada granito de ella es perfecta.
Te invito a que observes la más hermosa y amada creación de Dios colocándote frente al espejo.
Finalmente y lo más importante, te invito que contemples al cordero de Dios que se nos regala en el santísimo sacramente eucarístico y visítalo.. Te aseguro que no saldrás igual.
Dios te bendiga!
Eres parte de la perfecta creación. Cuídala!
Dios es Bueno!!!
Ha pasado el tiempo. Y ahora es que más me maravillo!
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